La postura en W es una de las posiciones más comunes en la
que podemos encontrar a nuestros hijos e hijas
mientras juegan. El uso de esta posición
durante la infancia puede conducir a problemas ortopédicos en el futuro.
Esta postura la adoptan frecuentemente ya que les facilita la manipulación de juguetes durante el juego. Al aumentar la base de sustentación la posición proporciona mayor estabilidad, y hace que la musculatura pélvica y del tronco deje de trabajar para mantenerlo en posición vertical, así musculatura como multífidos espinales y erectora del tronco, y abdominales como los oblicuos y transverso del abdomen no realizan un trabajo de estabilidad necesario para el correcto desarrollo psicomotor.
Esta postura la adoptan frecuentemente ya que les facilita la manipulación de juguetes durante el juego. Al aumentar la base de sustentación la posición proporciona mayor estabilidad, y hace que la musculatura pélvica y del tronco deje de trabajar para mantenerlo en posición vertical, así musculatura como multífidos espinales y erectora del tronco, y abdominales como los oblicuos y transverso del abdomen no realizan un trabajo de estabilidad necesario para el correcto desarrollo psicomotor.
En el niño o niña fémures y tibias están rotados internamente, si
esta postura se prolonga en el tiempo podrá producir alteraciones en cadera,
como un aumento de la anteversión femoral, rodillas y tobillos, generando
problemas como caminar con las rodillas hacia dentro y los pies rotados
excesivamente hacia fuera, o bien el tronco y musculatura de la espalda débil y
predisposición a padecer patologías de cadera.
¡Atención a esas posturas!
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